ORMEÑA



Los asentamientos denominados Ormeña y Ormeñuela, hacen referencia  a algunas de las pequeñas poblaciones que rodeaban Villacañas, y que se reagruparon para conformarlo.  Su localización aproximada estaría ubicada en las inmediaciones de San Gregorio, junto al Camino Real, en dirección a  Toledo, y en el denominado Cerro Meña.
Ya en las redaciones de Felipe II, de 1576, se dice que, en el término de Villacañas, existen dos lugares en los que pudo haber casas; uno hace referencia a Tirez, y el otro a Olmeña.  Los términos “Olmeña” y “Olmeñuela”, podrían significar “sitio de olmos” y, con el paso del tiempo, haber derivado en Ormeña y Ormeñuela,  a partir del rotacismo o cambio de la “r” por la “l”, muy típico del dialecto manchego.
Se ha querido identificar el Cerro Meña,  situado a la izquierda de la ermita de San Gregorio, como  el lugar donde estaría situado este poblado, que fue villar medieval. La ermita sería un vestigio de épocas anteriores, aunque se reedificaría en 1.846, tal como aparece grabado en el dintel de su puerta.
En una intervención arqueológica de urgencia realizada en los alrededores de la ermita de San Gregorio, con motivo de unas obras de canalización de gas, se encontraron unos silos de almacenamiento de forma globular con abundantes restos de fauna y fragmentos cerámicos de diferentes épocas: ibérica, romana, musulmana y cristiana.  Entre los restos arqueológicos hallados  destaca un candil de piquera del periodo musulmán del siglo IX.
Además de estos restos, en la zona también se hallaba uno de los hitos de piedra utilizados para delimitar el territorio del término, con la cruz de la Orden de san Juan.
En las cercanías de la ermita discurre el río Riánsares, cruzado por un pequeño puente que permite el acceso desde el camino hasta la ermita, en torno a la cual se celebra una romería en honor al santo, el primer domingo del mes de mayo. 

La zona colindante está formada por la vega del  río, en la que se alternan  algunas tierras de cultivo y una zona de arboleda, utilizada como merendero o zona de esparcimiento durante la celebración de la romería.

Al noroeste de este enclave se sitúa la localidad de Lillo y, en su término,  se ubica otro asentamiento denominado DANCOS, que se localiza junto a la zona de la ermita de la Virgen de Esperanza. En este lugar se han encontrado numerosos e importantes restos arqueológicos, especialmente  iberos y romanos. Por la cercanía y por la ubicación de  este asentamiento, se considera que  es muy probable que  algunos habitantes de Dancos también se incorporasen  al reagrupamiento que conformó VILLACAÑAS.